domingo, 26 de junio de 2016

EL FANTASMA Y YO



EL FANTASMA Y YO

El parte meteorológico anuncia que el día tendrá nubes y claros. Creo que yo estoy igual, con luces y con sombras. Esta mañana me he levantado un poco tristón. He salido a la calle a dar un paseo y..¡vaya por Dios!! Me ha caído un buen chaparrón, esta sería una de esas nubes que dijo la mujer del tiempo. Me he puesto empapado. He entrado en un bar para entrar un poco en calor y secarme mi ropa. 
Cuando me estaba tomando mi café calentito, veo a una mujer muy atractiva, de mediana edad, pero muy bien proporcionada, que me hacía ojitos y se me insinuaba.
-No si verás, si encima hoy tendré suerte y ligaré.
Efectivamente, me acerqué a ella y así como el que no quiere la cosa, entablamos una acalorada conversación. No sé cómo fue ni como pasó, pero el caso es que de pronto nos encontrábamos los dos en su piso, y para más señas en su cama. Al final será un buen día pensé.
-¿Hay alguien? Hola cariño ya estoy en casa
-Pero buenos ¿esto qué es? ¿es tu novio?
-No, es mi marido, corre escóndete, como te vea nos matará. Aquí métete debajo de la cama. No no mejor en el armario.
¡¡Que sofoco Dios!! No si esto iba a ser demasiado bonito para que fuera verdad. ¡¡Que agobio, que sofocón!!
-No te agobies ni te sofoques
-AAAAAAHH, ¿¿esto qué es?? ¿Quién es usted?
-No grites te van a oír, ¿no ves que están ahí fuera?
-¿Pero que hace aquí?
-lo mismo que tu
- ¿Usted también....?
-Noooo, hijo no, yo me escondo como tú, no me pueden ver. Soy el suegro de esta mujerzuela de la que se encaprichó el cornudo de mi hijo.
-¡Esto es una locura, me estoy volviendo loco!!. No puede ser cierto lo que me está pasando.
- ¿Y eso? ¿Cómo va vestido así, con ese traje tan raro?
-Es lo que me pusieron de mortaja. Cuando morí me quedé aquí en este armario atrapado, viendo el desfile de amantes de mi nuera. Estoy esperando ver la luz blanca.
-¿Pero que luz?, SOCOOORROO, ¡no puede ser, estoy hablando con un muerto y metido en un armario!.
-Nooo, con un fantasma.
- Fantasma o muerto es igual. Salgo de aquí ahora mismo.
-Si sales te verán y mi hijo te matará.
-Me da igual prefiero salir corriendo en paños menores, que ahogarme aquí con un espectro hablante.
-Pobrecillo, allá tú. Será otro en la lista.

Salí de aquella casa tan rápido que confundí la ventana con la puerta. El golpe fue mortal, era un sexto piso. Ya decía yo que este no sería el mejor día de mi vida, pero tampoco creí que sería el último. 
Ahora estoy aquí con el del traje raro esperando ver la luz blanca.